miércoles, 17 de diciembre de 2008

Luna piojosa


Casi como en una suerte de tradición, Los Piojos se volvieron a presentar en el estadio Luna Park, en un lugar que ya sienten como propio. La serie de rituales en territorio porteño arrancó el miércoles 10 de diciembre, siguió el jueves 11 y el viernes 12, y todavía resta la última función, que será el jueves 18.

La banda de El Palomar mostró un repertorio variado, en un show medido, sin altibajos, pero un tanto lineal. Unbekannt fue el tema elegido para empezar el show del viernes y tratar de sacudir un poco al público piojoso, que asistió en gran forma.

El coro de niños en Canción de cuna le dio un toque de originalidad y ternura a un recital estructurado, con muy pocas variantes y escaso lugar para las sorpresas.

En cierta manera, un show de Los Piojos es bastante parecido a una obra de teatro, en donde el espectador ya sabe con lo que se va a encontrar. Las canciones interpretadas por “Micki” Rodríguez -Fijate y Un buen día- ya se tornan un tanto repetitivas, así como el momento de los covers, donde nunca falta El viejo, en el eterno recuerdo a Pappo.

La banda liderada por Andrés Ciro Martínez sí supo sorprender con la interpretación de Blue Suede Shoes (Zapatos de gamuza azul), donde sonó un rock and roll puro. Los Piojos también tocaron Shup-shup, un tema que parecía guardado en el cajón de los olvidos y sacudió los recuerdos de los fanáticos piojosos de las primeras épocas.

El comienzo de El farolito en versión tanguera, y las danzas en Difícil y Muévelo le agregaron un poco de color y maquillaron el concierto.

Un show limpio, que se extendió por un poco más de dos horas, que tuvo la energía que caracteriza a los recitales de la banda, pero que dejó una sensación incompleta en el público.

1 comentario:

Anónimo dijo...

(:
merde .. soy inutil no?
jajaja
bueh qerido ..
vos y tu publico insastifecho ..
en fin .. cosas qe pasan ..
se me cuida ..
y ahora le debo chocolates ..
besote señor!



ani
(: