martes, 22 de mayo de 2007

El rock argentino no se salva de la piratería


Las demandas que sufrieron usuarios argentinos hace un par de años por haber intercambiado canciones continúan desatando polémica en el ambiente de la música. El rock nacional no es ajeno a ese tipo de noticias, por lo que siguen levantándose voces a favor y en contra del problema de piratería en la industria.

En 2005 se vivió un momento de tensión, luego de la denuncia que la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (CAPIF) le realizó a la empresa Telefónica de Argentina. CAPIF decidió continuar con el juicio que le inició a la empresa Speedy por una supuesta incitación a descargar música de manera ilegal.

Según las últimas cifras que difundió la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IPFI), Argentina no se encuentra entre los países más cuestionados. Sin embargo, para IPFI, como en Paraguay el 99 por ciento de los discos son piratas, se genera un mercado entre ese país vecino, Brasil y la Argentina.

“Me parece que las grandes compañías no están a la altura de las circunstancias, y en gran medida son las responsables de la distorsión del mercado”, dispara Patricio Feely, encargado del Departamento de Ventas de la discográfica Ultrapop. Además, Feely asegura que la piratería es un asunto que ataca mayormente a “los artistas de alta rotación mediática”.

Andrés Calamaro hizo lo que casi ningún músico haría. Hace 5 años se animó a subir 19 temas inéditos al sitio web deepcamboya.com.ar, lo que le generó un duro enfrentamiento con la discográfica Warner, que puso el grito en el cielo.

Sebastián Perossa, guitarrista de la banda Somnia, sostiene: “No me parece mal que se descarguen temas en mp3, siempre y cuando sean los que el artista eligió dejar bajar”. Perossa cuenta que en la página de internet del grupo hay canciones disponibles, así la gente los puede conocer de una forma “mucho más rápida”.

No es nada nuevo el tema de la piratería y, con los continuos avances tecnológicos, parece aumentar aún más. Hay opiniones para todos los gustos.

No hay comentarios.: