domingo, 14 de octubre de 2007

El tiempo le dará la razón


Salir a ganar en todas las canchas sin importar la condición y jerarquía del rival era la clara premisa que tenía la Selección nacional cuando la dirigía Marcelo Bielsa. Así fue como dejó un sello que marcó a todos los jugadores a los que dirigió.

Sin ese clásico “fulbito” de lateralizar el juego hacia los costados, con toques y pases intrascendentes. Todo lo contrario. Los equipos “made in Bielsa” son puramente verticales, con mucha presión sobre el equipo rival, ya que los ataques nacen allí, en campo ajeno.

Muchos periodistas habrán festejado por partida doble el triunfo de Argentina ante Chile, por la primera fecha de las Eliminatorias mundialistas. Ahora todos saldrán a decir que lo que prevalece es el fútbol simple, sencillo, sin pensar tanto en la táctica para darle paso a la libertad de los jugadores. Esos mismos que antes se rendían a los pies del equipo del “Loco” y aseguraban que nunca se había visto jugar así a la Selección.

Está claro que el ciclo de Bielsa marcó un antes y un después, ya que dejó una huella que nadie olvidará. Los resultadistas y exitistas dirán que fue un fracaso la conducción del rosarino, ya que Argentina fue eliminada en la primera ronda del Mundial 2002. Sin embargo, quienes saben apreciar más allá de un simple resultado sabrán que el “Loco” le dio mucho a la Selección y que el tiempo le dará la razón.

1 comentario:

Guido Díaz Vélez dijo...

Bielsa tenía cosas buenas: salir a ganar, lograr que Argentina sea un equipo respetado en todo el mundo. Logró ganarle de visitante a España, Italia, empatar con Holanda, etc. Las variantes tácticas, la presión.
Pero igual pienso que fracasó. Porque hay que analizar el cómo. Poner 3 delanteros para que Delgado y Rosales le tiren centros a la cabeza a Tevez (metido en el punto del penal) no sirve. Se cansó de convocar a un Samuel que ya no era el de Boca. El equipo eliminado en 2002 ya venía jugando así en los meses previos al Mundial. Me acuerdo amistosos contra Gales y Camerún, por ejemplo. De esa manera predecible y con centros a la olla se jugó también en Corea-Jápón. Esas variantes que en un principio mostró, las dejó de lado en su último tramo como dt y lo pagó con la justa eliminación. Dejó en el banco a Burgos para poner a Cavallero, que nunca tuvo nivel de Selección. Uno de los errores más grandes que tuvo fue nunca haberle dado continuidad a su 11 ideal. Y todavía no se entiende ni se justifica la convocatoria de Caniggia.
Me debe haber quedado alguna cosa más. pero esas son las cosas que me molestaron de él como entrenador. Repito, está bueno salir a ganar, pero hay que analizar el cómo. Cualquiera pone a 3 delanteros.